Para la elaboración de este segundo planteamientos hemos partido de la lectura y análisis del texto "Lagrimas en la lluvia. Debate sobre la educación artística y la posmodernidad y pedagogía crítica artística". A través de él volvemos a poner sobre el tapete de juego distintos planteamientos surgidos a través del debate realizado en clase sobre la modernidad, posmodernidad y la vigencia de ambos discursos actualmente. Entre ellos destacamos los siguientes:
Actualmente el discurso modernista no ha sido superado del todo en algunos contextos y además vemos que no es beneficioso para la nueva metodología que nuestra sociedad demanda. Ese querer discurrir basado en la concepción de metarrelatos deja fuera del juego a otra realidad como es la pluralidad de ideas, el desarrollo de la las sociedades a partir de la expansión de los massmedia, el superdesarrollo tecnológico, los cuales nunca nos dan un único planteamiento, sino todo lo contrario, una diversidad de puntos de vistas distintos.
Pero tampoco debemos caer en la tentación de colocar al posmodernismo la nueva teoría que diera respuesta a todos los planteamientos , ya que hacerlo sería una contradicción, convertiríamos al posmodernismo en un metarrelato el cual anunciaría el fin de los metarrelatos.
Por otro lado, vemos que es la autocrítica el motor que da sentido a la práctica metodológica en el posmodernismo, la búsqueda de soluciones, el revisarse una y otra vez sobre el propio discurso.
Debemos apoyarnos en la idea de los "pequeños relatos" para poder dar respuestas a la multitud de contextos y situaciones que se nos presentan en la actualidad, con la peculiaridad de que cada vez aumenta el ritmo con que van apareciendo. Como aparece en el anuncio de un coche, nuestra sociedad hoy día sufre de una "infoxicación", es decir una contaminación de información, entendiéndose que sufrimos una avalancha de ideas y conocimientos propiciados por las nuevas tecnologías de la información. Para ello no podemos dar una única respuesta para todos, si no establecer unos mecanismos de apertura y mestizaje cultural, empezamos a ver como las ciencias sociales van mezclándose en la educación.
Vemos que los conceptos en relación a la Educación Artística están en continua transformación. Los límites del arte aparecen borrosos, y es un proceso necesario el intentar redifinir continuamente nuestro concepto de arte. Es por ello que la continua adaptación de las formas y contenidos es imprescindible para el discurso posmoderno. No podemos concebir una pedagogía del arte en el que se disocien de manera clara el nivel del educador y el educando.
Por ello, la Cultura Visual se nos presenta como la herramienta perfecta donde poder apoyarnos para establecer niveles intermedios donde la enseñanza y el aprendizaje se estén continuamente interpelando, influyendo, transformando el uno al otro.
Como valoración propia, debemos entender que este discurso no puede ser materializable sino parte de una reflexión propia y crítica hacia los discursos prestablecidos. Nosotros como educadores debemos presentarnos como mediadores del proceso educativo, nunca como protagonistas principales. Y para ello se nos exige una implicación clara hoy día, somos transmisores de conocimientos, pero a su vez mediadores sociales de estos, y la responsabilidad que ello conlleva nunca debe ser obviada.
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